La campaña 2025 del espárrago peruano muestra signos claros de recuperación, impulsada por condiciones climáticas favorables y prácticas agronómicas correctivas. Hasta el mes de mayo, Perú ha exportado 39 436 toneladas de este cultivo, lo que representa un aumento del 42 % en comparación con el mismo período del año anterior.
Este crecimiento en volumen permitió alcanzar una facturación de 126 millones de dólares, un 18 % más que en 2024, aunque acompañado de una caída del 17 % en el precio medio, que se sitúa en 3,19 dólares por kilo. Los principales destinos son Estados Unidos y Europa, dos mercados estratégicos para el espárrago peruano.
Perspectivas alentadoras, pero persisten las incertidumbres
Las previsiones para el resto del año son optimistas. Se espera que los volúmenes exportados superen en más del 30 % los de 2024. Además, el fin anticipado de la campaña española debido a lluvias persistentes podría abrir una ventana de oportunidad a partir de junio y permitir una recuperación de los precios si va acompañada de una estrategia comercial eficaz.
Sin embargo, la abundancia de la oferta y la presión a la baja sobre los precios generan cierta incertidumbre en el sector. Ante la falta de márgenes atractivos y de una estrategia clara para impulsar la demanda internacional, algunos productores han optado por reducir las superficies cultivadas en lugar de ampliarlas.
El espárrago peruano se produce mayoritariamente bajo un modelo en el que pequeños agricultores abastecen a grandes empresas exportadoras. Este sistema, en períodos desfavorables, deja poco margen para reinvertir capital. Esta estructura podría limitar la capacidad del sector para adaptarse a los nuevos retos del mercado.
Estados Unidos y Europa: dos contextos diferentes
Desde el punto de vista comercial, Estados Unidos sigue siendo el principal destino. Aunque el consumo anual supera las 300 000 toneladas, la producción nacional sólo cubre entre el 10 y el 15 % de esta demanda. México domina el suministro, orientándose cada vez más hacia variedades premium, mientras que Perú sigue centrado en los espárragos convencionales, lo que representa un desafío ante el cambio en las preferencias de los consumidores estadounidenses.
En Europa, la dinámica es diferente. Países como España, Italia o Grecia producen principalmente para satisfacer su propia demanda. Sin embargo, la estacionalidad del mercado europeo deja espacios que Perú puede aprovechar fuera de las campañas locales. No obstante, el potencial de crecimiento sigue siendo limitado, ya que las importaciones sólo representan entre el 15 y el 20 % de la demanda total.
Fuente: freshfruit.pe
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