A principios de abril, el productor neerlandés de espárragos Walter Gubbels hizo balance de un comienzo de temporada fantástico para los espárragos de invernadero.
«Hicimos una gran apuesta con el invernadero, pero empezamos temprano en nuestras dos hectáreas y trabajamos duro. Este año, ha valido la pena: los precios han sido excelentes», afirma.
Walter Gubbels
La temporada de invernadero ya ha terminado, y los mini-túneles están funcionando a pleno rendimiento. Walter no teme una caída de precios.
«Pensábamos que los precios del año pasado eran buenos, pero parece que aún pueden mejorar. Y con las fiestas a la vista, los precios no van a bajar». Por eso no abrió su tienda hasta el fin de semana del 5 de abril.
«Normalmente la abrimos antes, pero con precios por encima de los 20 euros no tenía sentido vender espárragos en la tienda. Lo vendimos todo a través de The Greenery», explica.
Duda que haya una gran oferta próximamente.
«El año pasado, campos enteros quedaron inundados. Eso provocó una mala campaña, y ni siquiera las grandes parcelas ofrecieron buenos rendimientos. Así que la producción total será mucho menor. La variedad Prius, en particular, fue totalmente incapaz de resistir las inundaciones. La diferencia con este año es abismal. El año pasado, la lluvia causó muchos daños; este año es justo lo contrario. Todo el mundo está regando».
Sin escasez de mano de obra
Gubbels tampoco tiene problemas de personal.
«El salario mínimo ha subido, lo que atrae a la gente. Los polacos quieren venir a recoger espárragos. Últimamente, la industria del automóvil alemana ofrecía mucha competencia con empleos más estables. Pero la economía alemana está muy estancada, así que todos esos trabajadores están volviendo», explica.
«La demanda también es buena. La producción total de espárragos en Europa está disminuyendo, mientras que la demanda sigue creciendo. La fortaleza del espárrago es que es un producto estacional con el que tanto minoristas como hostelería disfrutan trabajando. Si yo fuera un joven emprendedor, me lanzaría de cabeza. Pero sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Es caro. Sólo la tierra buena ya es extremadamente cara y difícil de encontrar».
Walter se centra principalmente en los espárragos blancos. «Todavía cultivamos una pequeña cantidad de espárragos morados, pero ya no verdes. Teníamos muchas esperanzas en ellos, pero simplemente no podemos competir con los espárragos verdes importados a bajo precio. La venta de espárragos blancos es más rentable. El 7 de abril, los espárragos blancos se vendían a unos 12 euros. Ya es menos que la semana anterior», concluye.
Cet article a été publié dans le Primeur de mai 2025. Cliquez ici pour accéder à l’intégralité de l’édition
Más información:
Aspergekwekerij Gubbels
gubbels-asperges@hetnet.nl
www.gubbels-asperges.nl
