Aunque las cosechadoras de espárragos no selectivas son habituales, el mercado también trabaja en máquinas de cosecha selectiva. Así lo afirma Hans Kalter, director de ventas de Christiaens Agro Systems, una empresa neerlandesa especializada en el diseño y fabricación de maquinaria para el procesamiento de hortalizas alargadas, incluidos los espárragos. «Ya hemos introducido 25 de nuestras cosechadoras no selectivas», señala.
La diferencia entre los sistemas selectivos y no selectivos radica en su técnica de recolección. El robot de cosecha selectiva detecta los espárragos individuales que deben cosecharse, los corta y los coloca en contenedores. Las máquinas no selectivas cortan todo el lecho de cultivo de una sola vez. «La máquina recoge todo el lecho, incluida la tierra, y separa los espárragos. Luego reconstruye el lecho debajo de la cosechadora», explica Hans.
Mejor calidad
«Cuando se cosecha a mano, se corta cada turión por separado, se extrae y se rellena el agujero. Pero ese punto queda siempre más débil que el resto del lecho. Cuando brota un nuevo espárrago, sigue el camino de menor resistencia y crece hacia esa parte más blanda. A medida que avanza la temporada, los espárragos se curvan cada vez más. Esos se venden como clase II», afirma Hans.
«Con la cosecha no selectiva, el lecho se reconstruye después de cortar los turiones y retirar la tierra. Así se obtienen espárragos más rectos en la siguiente cosecha.» Además, como el lecho queda limpio, Hans también observa menos problemas de óxido en los turiones.
Capacidad
La capacidad de la máquina es otro factor clave. «La mayoría de los productores cosechan espárragos manualmente o con cosechadoras selectivas cada dos días como máximo. La temperatura influye mucho: cuando hace calor, hay que cosechar más rápido y con más frecuencia. Se puede moderar la temperatura usando el lado blanco del plástico en lugar del negro», explica Hans.
«Pero cuando las temperaturas superan los 30 °C, hay que cosechar todos los días para mantener la calidad. Con la cosecha no selectiva, se pueden recoger varios días de espárragos a la vez, lo que le da una gran capacidad por hectárea. Se puede cosechar la misma parcela unas seis veces de media. También se puede usar para cortar las puntas en días calurosos o para limpiar el lecho cuando la calidad del espárrago baja.»
Combinación estratégica
Hans considera que las cosechadoras no selectivas ofrecen oportunidades para muchos productores. «Cuando hace mucho calor y la capacidad de las cosechadoras manuales o selectivas disminuye, la no selectiva puede aliviar la presión. Tras utilizarla, una parcela puede descansar hasta diez días, dependiendo de la temperatura, lo que permite a los productores concentrarse en otras parcelas en el momento justo», señala.
Preclasificación en campo
Sin embargo, la máquina no selectiva corta todos los espárragos, lo que según Kalter puede ser una ventaja o una desventaja, dependiendo del modelo de venta del productor. «En general, los precios bajan ligeramente en la segunda mitad de la temporada. Todos los espárragos, incluidos los de clase II, se cosechan manual o selectivamente y se ponen en el mercado, lo que satura esa categoría.»
«Con la cosechadora no selectiva, los espárragos caen sobre una cinta transportadora donde hasta cuatro personas pueden preclasificarlos en el campo. Esto permite separar calidades en origen, sin costes adicionales, especialmente útil cuando el producto es poco rentable», subraya Hans. Aun así, también observa que algunos productores que podrían obtener buenos ingresos vendiendo los espárragos de clase II en venta directa los eliminan en el campo.
Gran ahorro de mano de obra
En cualquier caso, según Hans, la cosechadora no selectiva permite un ahorro significativo en mano de obra. «Se necesitan 1,5 personas por hectárea al día para cosechar espárragos blancos a mano. Para cosechar tres hectáreas al día durante siete días se requieren unas 30 personas para cubrir 21 hectáreas. Con la máquina no selectiva, solo hacen falta cuatro. Y con la iluminación incorporada, los productores pueden trabajar varias horas más al día».
Hans ha notado que no solo los grandes productores usan estas cosechadoras. «Las vendemos también a empresas con, por ejemplo, ocho hectáreas. Estos productores pueden cosechar sin empleados externos y evitar problemas de alojamiento y gestión. Trabajan en familia: cosechan por la mañana y clasifican por la tarde», concluye, añadiendo que esta máquina se amortiza en solo dos años, dependiendo del tamaño de la finca y su modelo comercial.
Cet article a été publié dans le Primeur de mai 2025. Cliquez ici pour le lien vers l’édition complète
Más información:
Hans Kalter
Christiaens Agro Systems
Tel.: +31 475 594 869
hka@machiningmatters.com
www.christiaensagro.com