«El mercado interno, al menos inicialmente, no ha sido demasiado entusiasta, al contrario de las exportaciones, que sí han registrado cifras importantes. Los espárragos blancos y verdes son muy apreciados en el extranjero, especialmente en Suiza, Alemania y Austria, países cuyos consumidores buscan la máxima calidad y por lo tanto están dispuestos a pagar un precio correcto para asegurarse un suministro adecuado de los volúmenes tempranos, cuya disponibilidad es limitada. En el mercado interno, por el contrario, los precios iniciales se perciben como excesivos. De hecho, el consumo solo subirá, en mi opinión, cuando los volúmenes aumenten y los precios experimenten una disminución».
«Es importante subrayar que los costes de producción aumentan año tras año, desde la mano de obra cada vez más difícil de encontrar –un factor importante puesto que la cosecha es manual– hasta el manipulado y el envasado. Sumando todos los costes y teniendo en cuenta el historial de las campañas anteriores, quizás sea necesario aumentar el listón del precio máximo percibido, al igual que sucede en el extranjero».

«En este momento, el espárrago blanco continúa manteniendo un buen nivel de precios, ya que las ventas en el extranjero van viento en popa. Habrá una buena demanda de espárragos hasta Semana Santa, con precios bastante estables. Qué sucederá a partir del mes de abril aún es difícil de decir, ya que no sabemos qué esperar, especialmente desde el punto de vista meteorológico y del consumo».

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